Los medicamentos son la forma más común de tratar la epilepsia y suelen ser la primera opción de tratamiento. Si bien no curan la epilepsia, actúan de forma efectiva para prevenir que se produzcan.
Es importante que sepas que no existen tratamientos únicos cuando se trata de fármacos. Algunos medicamentos anticonvulsivos diarios funcionan mejor para ciertos tipos de convulsiones que otros, y también es común su combinación con tratamientos de rescate. Pero, ¿cuál es la diferencia entre ambos?
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Los medicamentos anticonvulsivos (ASM, por sus siglas en inglés) controlan con éxito las convulsiones en, aproximadamente, 7 de cada 10 personas con epilepsia.
Fuente: Epilepsy Foundation
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Medicación vs tratamientos de rescate: sus diferencias
Los medicamentos anticonvulsivos se toman diariamente de manera preventiva. Sin embargo, a pesar del tratamiento regular, es posible que las convulsiones aún ocurran y, en algunos casos, que no se detengan por sí solas. En estas situaciones, es necesario utilizar tratamientos de rescate.
Los medicamentos de rescate no reemplazan a los de toma diaria ni a la atención médica de emergencia. Se utilizan exclusivamente en situaciones puntuales y deben ser seguros (con mínimos o nulos efectos secundarios), fáciles de administrar y de acción rápida. Su principal objetivo es detener las convulsiones rápidamente para evitar que se agraven.
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En casos de emergencia, normalmente se tarda en llegar a los centros de salud cercanos. Aquí la importancia de una herramienta de respuesta rápida como los medicamentos de rescate.
La decisión de su uso debe planificarse en conjunto con el profesional médico. La búsqueda de la medicación adecuada puede conllevar édico para encontrar la opción que mejor se ajuste a tus necesidades.
Reviewed By: Joseph I. Sirven MD / Patricia O. Shafer RN, MN. https://www.epilepsy.com/treatment/medicines
La información brindada se proporciona solamente con fines educativos, no pretende sustituir el asesoramiento, el diagnóstico o el tratamiento médico profesional. Siempre consulta a tu médico u otro nuevo o suspender un tratamiento existente. Habla con tu profesional médico sobre cualquier consulta que puedas tener respecto a una condición médica.
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