La enfermedad de Parkinson es un trastorno del sistema nervioso central que afecta principalmente el movimiento, manifestándose a través de síntomas como temblores, rigidez, lentitud en los movimientos y alteraciones en el equilibrio. Estos síntomas pueden dificultar significativamente la realización de actividades cotidianas, especialmente en lo que respecta a la accesibilidad y seguridad dentro del hogar.
La enfermedad de Parkinson tiene una prevalencia del 1% en personas mayores de 60 años. |
El temblor, junto con las alteraciones en la marcha y la postura, son los síntomas motores más evidentes desde las primeras etapas de la patología. Inicialmente, se observa la pérdida del braceo automático al caminar, lo que da lugar a una marcha más lenta, con pasos cortos, arrastre de los pies y dificultades para girar o mantener el equilibrio.
A medida que la enfermedad avanza, la movilidad funcional se deteriora progresivamente, afectando el control postural y disminuyendo la capacidad para sentarse o levantarse. Además, se produce un aumento del gasto metabólico al caminar y una desaceleración general de la función motora. En las fases avanzadas, los pacientes pueden presentar bloqueos en la marcha y bloqueos y congelación de la marcha, lo que agrava aún más las dificultades en la movilidad.
Un 50% de los pacientes con Parkinson inician la enfermedad con temblor. |
El hogar es el lugar donde pasamos la mayor parte del tiempo, ya sea descansando, realizando actividades diarias o desplazándonos. A medida que la patología progresa y aumenta la dependencia de la persona afectada, el tiempo que pasa en casa también se incrementa, haciendo que la adecuación del entorno sea fundamental.
Al realizar modificaciones en la vivienda, es esencial considerar tres aspectos clave: seguridad, prevención de accidentes y simplificación de los espacios.
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El primer paso es dialogar con la persona que enfrenta la patología para identificar qué elementos dificultan más su movilidad. A partir de allí, se pueden implementar adaptaciones como la eliminación de muebles que obstruyan el paso, la corrección de irregularidades en el suelo y la instalación de soportes y una iluminación adecuada en toda la vivienda para mejorar la autonomía y reducir riesgos.
Es recomendable realizar las siguientes transformaciones y adaptaciones en cada ambiente para mejorar la comodidad y seguridad:
La adaptación del hogar es fundamental para fortalecer la independencia, mejorar la seguridad y optimizar la calidad de vida de las personas con Parkinson.
Bibliografía:
La información brindada se proporciona solamente con fines educativos, no pretende sustituir el asesoramiento, el diagnóstico o el tratamiento médico profesional. Siempre consulta a tu médico u otro nuevo o suspender un tratamiento existente. Habla con tu profesional médico sobre cualquier consulta que puedas tener respecto a una condición médica.
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