Cómo enfrentar los desafíos de la comunicación en el Parkinson
Las alteraciones en el habla y la comunicación son manifestaciones frecuentes en personas con Parkinson, abarcando desde dificultades en la modulación de la voz y el lenguaje corporal, hasta impedimentos en la escritura y la interacción verbal.
Estos cambios, que pueden comprometer significativamente la vida social y cotidiana, a menudo no son detectados de manera inmediata. Su presentación varía en cada individuo y su gravedad depende del estadio de la enfermedad.
El 89 % de las personas diagnosticadas con Parkinson presentan un trastorno motor progresivo del habla, predominantemente disartria hipocinética, caracterizada por una voz monótona y entrecortada, junto con una articulación imprecisa. |
¿Cómo se manifiestan las dificultades en el habla?
En las personas con Parkinson, las alteraciones en la calidad de la voz suelen ser el primer indicio de dificultades en el habla, seguidas por la pérdida de fluidez (disartria) y la dificultad para emitir sonidos de manera clara y precisa.
Entre los síntomas más frecuentes se incluyen:
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Disminución del volumen de la voz.
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Voz ronca o áspera.
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Alteraciones en la velocidad del habla, con pausas prolongadas entre palabras o un ritmo acelerado.
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Aclaramiento frecuente de la garganta o sensación de acumulación de saliva.
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Dificultad para pronunciar palabras con claridad debido a la lentitud en los movimientos de la lengua y los labios.
Además de los signos previamente mencionados, hay cambios no verbales que pueden dificultar la comunicación. Dentro de estos se incluyen la rigidez de los músculos faciales, que limita la expresión de emociones, la reducción del lenguaje corporal, cambios en el pensamiento, la atención y la comprensión.
Estrategias y tratamientos para mantener y mejorar la comunicación
Una vez identificadas y reconocidas las dificultades, podrías aplicar estas estrategias para mejorar tu comunicación oral, abarcando desde ajustes en el entorno hasta modificaciones en la postura corporal:
Elige espacios tranquilos y con poco ruido. Apaga televisores, radios y otros dispositivos cuyo sonido interviene en el ambiente.
Asegúrate de que tu interlocutor pueda ver tu rostro, un espacio bien iluminado mejora la conversación cara a cara, aumentando la posibilidad de ser comprendido.
Intentar mantener una postura erguida, el mentón recto y el cuello ligeramente levantado para mejorar el flujo de aire desde los pulmones hasta las cuerdas vocales.
Mantén la garganta hidratada bebiendo abundante agua o utilizando un humidificador.
Habla despacio y utiliza frases cortas.
Planifica períodos de descanso vocal antes de conversaciones o llamadas telefónicas. La fatiga afecta significativamente la capacidad para hablar.
Se recomienda consultar con un terapeuta especializado en habla y lenguaje, ya que, aunque los cambios en la comunicación puedan ser sutiles y no siempre evidentes, un profesional podrá identificar el problema desde sus primeras manifestaciones y ofrecer soluciones apropiadas. El tratamiento incluirá tanto técnicas verbales como no verbales, tales como la expresión facial y el lenguaje corporal, además del uso de dispositivos de asistencia para mejorar el volumen y la mecánica vocal.
Los desafíos comunicativos derivados del Parkinson son diversos y, en muchos casos, poco perceptibles, lo que dificulta su reconocimiento tanto por el paciente como por su entorno. No obstante, con el apoyo adecuado, existen múltiples estrategias para mejorar los síntomas y las interacciones verbales, lo cual es fundamental para mantener una vida social activa y el bienestar cotidiano.
Bibliografía:
https://my.clevelandclinic.org/health/articles/9392-speech-therapy-for-parkinsons-disease
https://www.speechpathologyaustralia.org.au/Communication_Hub/Resources/Fact_Sheets/Parkinsons_and_Communication.aspx
https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC5664050/
https://www.parkinson.org/library/fact-sheets/speech-swallowing
La información brindada se proporciona solamente con fines educativos, no pretende sustituir el asesoramiento, el diagnóstico o el tratamiento médico profesional. Siempre consulta a tu médico u otro nuevo o suspender un tratamiento existente. Habla con tu profesional médico sobre cualquier consulta que puedas tener respecto a una condición médica.
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